Oleg Duryagin, conocido como DOU, nacido en Moscú en 1983.
Trabajó como diseñador de páginas web cuando empieza a darse cuenta del gran potencial que puede proporcionarle la combinación del diseño gráfico y la fotografía.
Su trabajo se centra en rostros y el retoque que realiza este fotógrafo es de una calidad espectacular quitando cejas, pestañas y volviendo la piel con una textura de porcelana, los ojos penetrantes que expresan diferentes sentimientos.
Su técnica surrealista lo ha llevado a generar diferentes reacciones, para algunos sus fotografías son un poco aterradoras, para otros sencillamente espectaculares.
Si algo tiene claro este joven artista es que quiere ser diferente, lo cual sin duda ha quedado claramente reflejado en sus trabajos.
En lo personal es un perfeccionista y que a través de su obra busca una idea sublime de la belleza, no por la belleza en sí, sino por la perfección que conlleva la misma. Ojos grades y claros, pieles de porcelana, proporciones exactas, todo conduce a un prototipo envuelto en una nube etérea que hace aún más inquietante cada una de sus imágenes. Busca algo limítrofe entre la belleza y la repulsión, entre la vida y la muerte. Es como si quisiera insuflar vida a los cuerpos inertes de los maniquíes plastificados.
"Yo nací en la familia artística y encare el arte cuando yo era un niño pequeño.
Una vez yo estaba mirando un libro con artistas renacentista que se convirtió en mi favorito por muchos años.
He encontrado una gran cantidad de retratos impresionantes con extrañas emociones extrañas en ese libro. Algunas personas se encontraba enfermas, algunos enojados, algunos locos y algunos tenían los ojos vacíos indiferentes.
No se utilizó para mostrar al pueblo que "perversión" existe hoy en día y fue un verdadero descubrimiento para mí.
Desde entonces he tenido una pasión por un rostro humano y trató de encontrar ese tipo de imágenes en todas partes.
Pasé mucho tiempo buscando en los álbumes de fotos familiares o periódicos o revistas. Traté de encontrar algo que me gustaba y algo que me molestó, al mismo tiempo.
Más tarde me di cuenta de mi voluntad de crear algo por mí mismo. Y la fotografía fue mi elección.
Mi pasatiempo favorito es mostrar algo de otra manera no estereotipada. Puede ser monjas con miedo, gente que finge llorar o niños infelices, todo lo que no se esperaba ver.
Yo uso la naturaleza artificial de una fotografía digital como herramienta para alcanzar el punto entre los opuestos, como vivo y muerto, atractiva e inquietante, bello y lo feo. Así que estoy buscando para transcribir la sensación de presencia que se obtiene al pasar el maniquí de plástico.
Mientras tanto, yo creo que la superficie de la fotografía es muy importante. Y yo trato de hacer fotos de una manera hermosa, inspirado con una pintura clásica. No es la misma belleza, pero crea imágenes más potentes."
DOU ya ha ganado varios premios internaciones. Ha exhibido en Moscú, Bélgica, París, Los Ángeles, Dubai, Madrid, etc., por lo que nos encontramos ante un autor de gran envergadura.
Su trabajo es curioso e impactante: materializa retratos de lo que, a priori, podríamos llamar "personas", pero que, tras un segundo vistazo, pierden toda característica humana para pasar a ser semi-personas hechas de plástico... o de escayola o cerámica. Humanos inertes, estatuas con los ojos vivos, iconos puros que transfieren frialdad y, en ocasiones, temor e incluso asco.
