Este año hemos pasado un verano más largo de lo normal. Para nosotros ha comenzado en marzo en Nicaragua y aunque un par de meses allí ha sido invierno, hace más calor que en nuestra ciudad de España cuando soportamos olas de calor. Pero hemos estado felices a pesar de haber tenido que aguantar esas altas temperaturas.
Allí hemos podido refrescarnos en la piscina y en el Océano Pacífico, aquí también en la piscina y en el Mar Cantábrico.
Dentro de unos días comenzará el otoño y lo recibiremos con la misma alegría que este "largo y feliz verano" porque tenemos con nosotros al mayor tesoro que podríamos haber imaginado.