Nicaragua se encuentra en la zona climática tropical, y por lo tanto presenta condiciones térmicas similares durante todo el año. Debido a su posición en la franja costera de océano Atlántico y su carácter montañoso, podemos encuadrar su clima en el clima monzónico y de los vientos alisios en el litoral. Por su posición, Nicaragua recibe el impacto frecuente de los huracanes que se generan en el Atlántico y las sequías provocadas por El Niño.
El
clima nicaragüense presenta dos estaciones bien marcadas, una lluviosa y otra
seca. En la estación seca (enero-junio), no hay lluvia y los árboles y las
plantas se comienzan a secar. Una vez que la lluvia comienza a caer en julio,
todo comienza a crecer y las plantas amarillas y los árboles deshojados vuelven
a ser verdes y floridos. En agosto y septiembre, llueve más o menos una vez al
día. Afortunadamente, llueve poco tiempo y son una espectacular ducha tropical.
En la parte este del país llueve más que en la oeste. No obstante, existen
grandes diferencias entre la costa atlántica y la pacífica. La costa del
Pacífico es considerablemente más seca que la del Caribe. La zona central y
montañosa de Nicaragua tiene un clima más frío y húmedo, especialmente en el
este. La costa caribeña es más húmeda, con altas temperaturas y fuertes
precipitaciones.
Las temperaturas en Nicaragua son muy estables aunque se pueden diferenciar tres zonas. Las tierras bajas (Pacifico y Atlántico) las temperaturas varían de 22 a 30 ºC. El máximo se alcanza en mayo (38 ºC). La parte central del país es más fresca y las temperaturas media disminuyen unos 5 ºC. En las montañas, sobre todo las del norte el descenso es de hasta 10 ºC,